Sufrimiento. Mucho sufrimiento. Quizá más del esperado y del que merecía el partido. Pero esto es Champions, competición en que todo se magnifica y en que todos los sentidos están puestos. Aquí no hay respiros. Los fallos se pagan doble.
El Arsenal, digno rival en la eliminatoria, jugó un partido lamentable. Tan malo que, de no haber significado tanto, seguramente se hubiera llevado un carro de goles del Barça, que se autoimpuso demasiada presión. Lo que hablamos siempre de ser favorito en las primeras eliminatorias de los torneos.
El partido lo desatascaron INIESTA, sublime, y Messi, que nunca falla cuando los decibelios suben y la adrenalina está a flor de piel. Es el mejor futbolista del planeta, definiéndose como tal -otra vez- en el primer gol del día de hoy. La arrancada de INIESTA encontró el mejor socio posible en el argentino, que se inventó un gol de artista. A primera vista puede parecer que la jugada le obliga a tomar las siguientes decisiones; que el gol es puro azar combinado con un poco de arte. Pero no. El gol es puro arte, una jugada de visionario del balompié. Sólo a Messi se le puede ocurrir levantar ese balón sobre la salida de Almunia para remacharlo después. Cuando no le sale hay que criticarlo. Cuando le sale, no queda otra que quitarse el sombrero.
El gol, al filo del descanso (5 minutos de alargue), parecía dejar sin mayores opciones al Arsenal. La segunda parte se presentaba inmejorable.
Pero no. Fútbol es fútbol, y sólo desde esa frase puede explicarse que un equipo pueda marcar gol sin tirar a portería (0 tiros a puerta, 0 tiros fuera, 0 tiros bloqueados). El gol, que llegó, lo metió Busquets en su propia portería tras rematar sin querer un corner sin peligro aparente. El barcelonismo dudó por un momento, y el duende del fútbol miraba desde arriba sin entender muy bien qué estaba pasando.
Lo que vino después fue la polémica. Van Persie recibe un balón en fuera de juego, se escucha el pitido del árbitro, el delantero se hace el sueco, chuta y ve la amarilla. Como quiera que tenía una anterior por manotazo en la cara a Alves, el colegiado le muestra el camino a la ducha. ¿Excesivo? Puede, pero la regla es esa, y yo personalmente creo que lo hizo de forma totalmente consciente, por mucho que tratara luego de justificarse aludiendo a que no había escuchado el sonido. Señalaba al estadio, como queriendo decir que el pitido podía provenir de cualquier aficionado. El caso es que el partido finalizó en esa acción.
A partir de ahí sólo jugó el Barça. Ya no hubo Arsenal, y empezó a ser cuestión de tiempo y tino. Lo primero pasaba despacio, y para lo segundo el Barça tiene a los bajitos, fiabilidad asegurada.
El segundo gol lo hizo Xavi tras jugada de INIESTA. Perdón, tras jugadón de INIESTA, que eliminó él solito dos líneas de presión antes de descargar la jugada en Villa. El Guaje se la dejó de cara a Xavi, que llegaba desde atrás para matar la jugada. El hoy capitán marca poco, pero suele hacer goles importantes.
Fue entonces cuando los focos volvieron a apuntar a Messi. Un penalti -claro- sobre Pedro lo colocó a 11 metros de la gloria. Almunia esperaba enfrente. La pulga, diminuta, no se arrugó. Memorizó el recobeco antes de buscarlo, arrancó al trote y marcó. A él le correspondía finiquitar lo empezado por INIESTA.
Remember de París
Almunia entrando desde el banquillo. Un expulsado. El Barça remontando….la Champions tiene estas cosas que también añaden magia. Como si le hiciera falta al Barça, con toda la que tiene.
Villa, Out, Mascherano OK
Si algún mal sabor de boca me deja el partido es la actuación de Villa, en el que yo tenía grandes esperanzas depositadas para el partido de hoy. Con una defensa en línea como la del Arsenal, adelantada y no demasiado experta, los desmarques diagonales de Villa debieron hacer más daño, pero El Guaje no estaba hoy. Más bien poquito.
En el haber, la actuación de Mascherano, que salvó a su equipo en un sprint definitivo que evitó en parte (la otra parte la puso el propio Bentder con su control) el gol de Bentder. El Jefecito se retiró lesionado, pero cumplió a la perfección.
PD: Cesc declaró en TVE tras el partido que había sentido un pinchazo. Creo que fue en el corazón.
Fotos obtenidas de Sportyou