Etiquetas
1-1, Cacau, Ibrahimovic, Iniesta, Messi, Resumen, Stuttgart-Barça, Video, Xavi
Tras una desastrosa primera parte, los azulgranas se rehicieron para lograr un marcador favorable. Hasta el gol de Ibra, el Barça naufragó en Alemania. Los cambios de Guardiola dieron mucho aire. al equipo. Silbidos a Busquets por teatrero.
¡Extra extra! El Barça se ve superado por el Stuttgart. ¡Extra Extra! ¡Vaya baño de los alemanes en la primera mitad! Podríamos seguir, pero entonces los barcelonistas pensarían que nuestra intención era que perdieran y no es así. Lo único que intento reflejar es la dificultad que los primeros 45 minutos han entrañado para los blaugranas.
Y es que el Barça, pese al 4-0 cosechado en Liga, llegó con muchas dudas a Alemania, uno de los peores lugares para la reflexión. Sin Xavi y sin Alves… Perdón, sin Alves, que Guardiola no se atrevió a afrontar el partido sin su mediocentro y lo forzó pese a no tener el alta médica oficial a 24 horas del comienzo del choque. Pues eso, que sin Alves el Barça fue un equipo lento y previsible que se encontró una y otra vez con la presión diseñada por los obedientes germanos. Sin muchos alardes, el Stuttgart fue mucho mejor en la primera mitad y mereció aún más suerte que el 1-0. Un penalti birlado por mano de Piqué (otra más en Champions y son ya muchas) y un puñado de buenas llegadas pudieron aumentar la ventaja. Hleb parecía Maradona. El gol llegó fruto de la insistencia alemana: un espléndido centro desde la derecha terminó en la red tras un certero cabezazo de Cacau ante el que nada pudo hacer Valdés. Si no fuera por el color de la piel cabría pensar que a Kaká le habían puesto una «u» al final y nos lo habían cambiado de equipo. ¡Vaya primera parte del tal Cacau!
Guardiola no lo veía nada claro y las cámaras lo pillaron en varios renuncios gesticulando y dando a entender que para nada se estaba desarrollando el guión previsto. La defensa no achicaba bien y veía como una y otra vez los delanteros encaraban con ventaja; en la media, Touré era un islote que veía pasar la corriente a su alrededor sin poder detenerla. Está aún demasiado lento el africano para un partido de este tipo. Para colmo Xavi no estaba a su nivel y solo Messi daba sensación de peligro cuando enganchaba la pelota. Iniesta lo intentaba sin tino y de Ibra no hubo noticias en una primera parte que gracias a dios sólo duró 45 minutos.
La segunda parte fue otra historia. Nunca sabremos si realmente el Barça había salido con más empuje y eso llevó al empate, o si fue el empate lo que dio alas a los visitantes, pero lo cierto es que la segunda mitad fue un monólogo y una demostración de que el Barça es el mejor equipo dominando la situación. Fue Ibrahimovic el encargado de poner las tablas tras una buena asistencia de cabeza de Piqué. Me queda la duda de si había fuera de juego en el momento que sale el pase largo, puesto que la prolongación viene de un jugador del Stuttgart. En cualquier caso, el gol subió al marcador, que es lo que cuenta.
A partir de entonces el dominio del Barça fue abrumador en cuanto a posesión. La rabia es que no quiso traducir sus combinaciones en peligro, y la jugada moría en los pies de Iniesta o Xavi trazando pases imposibles. Demasiado toque atrás y pocas miras en la portería contraria una vez logrado el golito fuera de casa. Y es que ese gol recordó a los alemanes cuánto habían corrido en la primera parte. Fue un mazazo que fulminó las energías locales, por lo que el Barça campó a su antojo. Incluso pudo marcar si el árbitro hubiera considerado penalti una mano clarísima de Molinaro. Espectacular la zamorana (extrañamente obviada por los diaros de Madrid) del italiano para salvar un gran disparo de Ibrahimovic.
Con este empate el Barça deja muy encarrilada la eliminatoria de Octavos. Quizá el mayor titular es que tuvo que sufrir para lograrlo en un campo que no parecía tan complicado. La realidad es que viajar a Alemania suele ser sinónimo de problemas, y esta vez no fue menos.
Por cierto, lamentable retransmisión del señor Sauca, y van varias. Empiezo a plantearme seriamente una encuesta sobre si es peor que J.J.