El CONI (Comité Olímpico italiano) sancionó a Valverde en 2009 por su supuesta implicación en la Operación Puerto. La trama escandalizó al mundo del ciclismo y se cobró varias víctimas de renombre (Ullrich me viene a la cabeza) hace ya algún tiempo. Por alguna razón Alejandro Valverde solo ha sido sancionado a no competir en carreras que pisen suelo italiano hasta el 10 de mayo de 2011, lo que sin duda es una rémora pero no deja de ser anecdótico. Es decir, si el Tour de Francia tiene a bien pasar por alguna ciudad del país transalpino, Valverde queda invalidado para participar en la ronda gala, pero si sale de Bélgica no. Y así con el resto de carreras.
El caso es que desde Italia hay quien ya ha alzado la voz para reclamar justicia (lo que ellos entienden que es justo). Según información sacada del Diario Marca el presidente de la Federación de Ciclismo Italiana, Renato di Rocco, consideró este lunes «escandaloso ver correr y ganar a Alejandro Valverde», tras la reciente victoria del ciclista español en el Tour de Romandía y dada su sanción de dos años impuesta por el Comité Olímpico Italiano (CONI).
«Valverde tendría que estar fuera desde hace tiempo», sentenció Di Rocco, quien señaló que la Unión Ciclista Internacional (UCI) «quiere dejarlo fuera de la competición pero necesita una instancia común con la Agencia Mundial Antidopaje (WADA)».
Mi intención no es meter el dedo en la llaga, pero creo que si Valverde ha sido sancionado, debería dar igual en qué país se haya producido el proceso. Es como si aquí da positivo un jugador de fútbol y la sanción se reduce a no jugar en España. Me parece algo ridículo que debe regularizarse.
Manzano, el corredor que encendió la mecha con una entrevista llena de polémica, afirmó esto en una entrevista en El País: «Valverde estaba en el Kelme y quieren hacernos creer que era el único que corría a base de lechuga. Está metido hasta el cuello en el asunto Fuentes».
Sea como fuere, Valverde ha salido perdiendo. Está en el ojo del huracán permanentemente y sus victorias huelen a podrido. Importa poco si está implicado o no. Todo el mundo sabe que un tribunal italiano lo condenó y todo el mundo sospecha del ciclismo por ser reincidente. Lo que yo reclamo es que se unifiquen criterios porque, como dicen en Italia, es una vergüenza la situación a la que se ha llegado.